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Todo barrio sevillano dispone de un sitio en el cual poder quedar con sus amigos, colegas o conocidos y saber que siempre, o casi siempre, van a estar allí. Cuando uno sale a la calle dispuesto a quedar con sus colegas, no tiene ganas de ir casa por casa, o bien gastándose el dinero del móvil (que aquí somos todos de apurar los 2 últimos céntimos del móvil dando toques, o bien pidiendo el anticipo de saldo de Movistar) llamando a todos para que se bajen a la calle.
Pues de este tipo de situaciones nació esta zona, la denominada El Arbolito. El Arbolito está situado en la calle que da a la SE-30, donde están situados los paneles antisonido, detrás de los barrios de la Moraleja (mi barrio) y 4 Torres, para encontrarla en un callejero tendríais que poner C/ Carmen Laffón, pero para todos es un lugar en el cual suceden infinidad de situaciones, es un lugar en apariencia solitario, es una calle larga, en la cual no se ve el fin, dejando ver que allí hay cabida para todo el mundo. El Arbolito no es un simple sitio de quedada, el Arbolito lo formamos todos aquellos que paramos allí después de un día de discoteca a las tantas de la noche (después de comprarte una pizza en la gasolinera de en frente del Bolero, eso siempre), después de un partido de fútbol en el barrio, una noche cualquiera de entre semana que decides quedar esa noche allí con tus colegas y llevarte o bien un balón de fútbol o un frisbee (si, si señores un frisbee).
Como todo, El Arbolito tiene su comienzo. Tengo que decir que aquí un servidor no fue uno de los precursores del Arbolito, yo me incorporé una vez que sabía que la gente iba allí. Se puede decir, que me he dedicado a darle publicidad al lugar, allá por donde iba y por este motivo cree esta página junto con mi compañero de fatigas Juan Manuel. Últimamente he recibido una serie de críticas o quejas por parte de los iniciadores del lugar, quejándose de que esta página intentaba usurparles lo que es suyo, para nada, es más mi única intención es que la gente lo conozca y que visite la página. Si tuviera que hacer una lista con los que inauguraron este emplazamiento conocido por todos, tendría que estar aquí toda la mañana escribiendo el artículo y la verdad que me haría ilusión ir a darme un baño a la piscina ahora, porque estoy muerto de calor. El primero, el que dijo de quedar allí a partir de hace unos 3 años más o menos, no tengo constancia, pero los que empezaron a ir para allá fueron los hermanos Mendez, Carlos y Álvaro, dos personas las cuales si quieres saber donde están, espérate a la 1 de la noche y ve al Quo que seguro que están allí (el Quo es otro gran paraje, el cual será otra futura historia), Ale, también llamado Fatiga, debido a que cuando quiere algo lo consigue sí o sí, Igna, una persona capaz de quedarse dormido en sitios insólitos, se dice que una vez se quedó dormido sobre su moto estando en el Arbolito, Pablito, una persona que hay que conocerla, capaz de hacer uno de los mejores bailes que se recuerdan junto conmigo, en el río rodeado de 20 personas, Keko, lo conozco desde chico, un personaje en toda regla, capaz de trabaja en la cadena alimenticia Burguer King y hacer que la caja nunca cuadre, Boa, personalmente no he tratado mucho con él, pero si se junta con esta gente algo tiene que tener ^^, Negro, habita en Cuatro Torres, barrio próximo al mío, aunque ahora va menos siempre ha estado allí, Paula, una mujer entre nosotros, pone el toque femenino en el Arbolito. Después están los que se han unido hasta formar lo que ahora es, tales como Neski, Jose Jesús, Antonio, Javi, Pepi (deja de quejarte de la página más ostia ^^), Adolfo, Emilio,… Y todo aquel que pare allí a menudo (si se me olvida alguien que me lo diga que lo pongo).
Con todo esto espero que todos estén más o menos contentos con lo que es el Arbolito y dejemos ya de irnos a quedar a la farmacia de los Milanos ostia que para eso está el Arbolito ya que como diría Ali-G, “el Arbolito mola más”.
domingo, 31 de agosto de 2008
viernes, 29 de agosto de 2008
Las "clases" de religión
Lo que ahora voy a narrar, puede poner en serios aprietos mi reputación con respecto a mis padres y mi niquelada educación en un colegio de curas, concretamente en la zona geográfica denominada Santa Clara, en el Colegio San Agustín .
Con ese nombre, no creo que halla que tener un coeficiente intelectual de 122 como el mío para deducir que la educación que daban en ese centro académico iba encaminada hacia la senda del amor al prójimo, a la vez que ensalzar los valores del compañerismo, la amistad, la confianza y demás valores humanos que todos deberíamos de tener, pero que desgraciadamente, no sabemos si porque los políticos son unos incompetentes, nosotros unos conformistas, porque el crudo no para de subir, porque los planetas se alinearon y se produjo una conjunción astral o cualquier razón que se os pueda pasar por el talento (para los de la LOGSE por la cabeza), cada día se reflejan menos en nuestra sociedad.
Bueno, una vez terminados los preliminares (hablando en terminos bloggeros, la puesta en escena), las clases de religión en nuestro colegio eran como en cualquier colegio agustino del mundo (cabe reseñar que los agustinos están por todo el mundo, en el famoso Caso Gescartera perdieron mas de 6000 millones de pesetas), bastante aburridas, pero claro, cuentan como cualquier otra asignatura, por lo que hay que aprobarla.
Ese año en 3º de ESO nos tocó de profesor un cura joven, con gafitas, mas tierno que el
muñequito de Michelín, y tenía la capacidad de mirar a dos sitios distintos a la vez, debido a la posición que ocupaban sus capacidades oculares, su nombre era el Padre Luis Reyes. Nosotros por aquel entonces éramos jóvenes de 15 años, un volcán de hormonas en ebullición, como una manada de ñus huyendo de las leonas [ver foto que adjunto al post para ver las caritas que teníamos, Andrés(el único con gafas negras por la zona superior izquierda) era todo un "canijo" y yo (el de las gafas plateadas y camisa negra )mas bien era toda una "bolita"]. Y claro está, ese curso es el que pega el corte para aquellos que de verdad llegarán a bachiller sin problemas, y aquellos que les costará la misma vida, empezando por pelearse con 3º de ESO por 2º año consecutivo. Había personajes tales como Javi Cabeza (no hace falta que explique el porque,¿no?), Arturo Mejías, el otro Arturo (era repetidor y la verdad que tras aquel año no se nada más de su paradero), Pablo Gutierrez (hombre capaz de comentar que la capital de España es Barbate a nuestro profesor de sociales), Gonzalo (sisi, el de la polilla), Abraham (el mismo que apuraba el peinado al máximo), Jesús Flores (aunque parezca mentira es su apellido), Daniel Leal (a quien le debemos nuestro carnet de conducir, gracias a que su padre fue quien se atrevió a montarse con nosotros en el coche cuando en la vida habíamos pasado de los coches locos de la feria), y un elenco de cracks en el que obviamente nos incluíamos nosotros.
Pues bien, con sus clases, coincidía Educación Fisica, con sus respectivos macutos, Plástica y sus carpetas tamaño A-3, y claro, nosotros que teníamos más guasa que la madre de Dani Rovira (mirar en youtube "Mi familia y yo" por si alguno pese a la advertencia de mi brother aún no lo ha hecho), y claro, eso es como poner en la puerta de un centro de desintoxicación un estanco...LA dureza de la disciplina que mantenía ese hombre rallaba los límites de la pasividad, por lo que blanco y en botella, hacíamos todo tipo de perrerías, llegando incluso a montar barricadas con mochilas, macutos y carpetones que alcanzaban una estatura superior a donde llegaba mi flequillo por aquel entonces, miraba a mi izquierda y veía ese amago de pirámide del MachuPichu superarme en altura y pensaba, que grande somos...el pobre hombre, que solía darse vueltas por los pasillitos que había entre los pupitres, al ver tan magnífica obra de arte no le quedaba otra que darse la vuelta y seguir su camino.
Cabe señalar que en un examen de ese mismo curso, de esa misma asignatura, no se por qué, pero toda la gente de la clase sacamos entre un 7,25 y un 8,25 fiufiu (quien no me tenga en el Messenger, que sepa que "fiufiu" es la onomatopeya del muñequito silbando), todos menos Jesús Benito Nogales, que una de dos...o no estudió, o no le dió por preguntarle a sus compañeros mas cercanos en lo que a la clase se refiere, véis, el compañerismo si lo asimilamos bien, de algo tenía que servir el dineral que se gastaban nuestros padres en nosotros desde que levantábamos un escaso metro del suelo.
Se le hizo alguna que otra perrería más, pero la verdad que no merecen mencionarse en el blog debido a lo fuera de lugar en la que se encontraban, desde aquí solo decir en defensa de mis compañeros y mía, que todo lo que hicimos por aquellas fechas era fruto de la inmadurez y la lucha por hacernos con el cargo de machos dominantes del colegio (cosa que conseguimos, como he dicho en muchas ocasiones, tenemos los Huevos de Oro,) hoy día personalmente al recordarlo me río, pero pienso, ¿cómo podíamos ser tan subnormales?
Con ese nombre, no creo que halla que tener un coeficiente intelectual de 122 como el mío para deducir que la educación que daban en ese centro académico iba encaminada hacia la senda del amor al prójimo, a la vez que ensalzar los valores del compañerismo, la amistad, la confianza y demás valores humanos que todos deberíamos de tener, pero que desgraciadamente, no sabemos si porque los políticos son unos incompetentes, nosotros unos conformistas, porque el crudo no para de subir, porque los planetas se alinearon y se produjo una conjunción astral o cualquier razón que se os pueda pasar por el talento (para los de la LOGSE por la cabeza), cada día se reflejan menos en nuestra sociedad.
Bueno, una vez terminados los preliminares (hablando en terminos bloggeros, la puesta en escena), las clases de religión en nuestro colegio eran como en cualquier colegio agustino del mundo (cabe reseñar que los agustinos están por todo el mundo, en el famoso Caso Gescartera perdieron mas de 6000 millones de pesetas), bastante aburridas, pero claro, cuentan como cualquier otra asignatura, por lo que hay que aprobarla.
Ese año en 3º de ESO nos tocó de profesor un cura joven, con gafitas, mas tierno que el
muñequito de Michelín, y tenía la capacidad de mirar a dos sitios distintos a la vez, debido a la posición que ocupaban sus capacidades oculares, su nombre era el Padre Luis Reyes. Nosotros por aquel entonces éramos jóvenes de 15 años, un volcán de hormonas en ebullición, como una manada de ñus huyendo de las leonas [ver foto que adjunto al post para ver las caritas que teníamos, Andrés(el único con gafas negras por la zona superior izquierda) era todo un "canijo" y yo (el de las gafas plateadas y camisa negra )mas bien era toda una "bolita"]. Y claro está, ese curso es el que pega el corte para aquellos que de verdad llegarán a bachiller sin problemas, y aquellos que les costará la misma vida, empezando por pelearse con 3º de ESO por 2º año consecutivo. Había personajes tales como Javi Cabeza (no hace falta que explique el porque,¿no?), Arturo Mejías, el otro Arturo (era repetidor y la verdad que tras aquel año no se nada más de su paradero), Pablo Gutierrez (hombre capaz de comentar que la capital de España es Barbate a nuestro profesor de sociales), Gonzalo (sisi, el de la polilla), Abraham (el mismo que apuraba el peinado al máximo), Jesús Flores (aunque parezca mentira es su apellido), Daniel Leal (a quien le debemos nuestro carnet de conducir, gracias a que su padre fue quien se atrevió a montarse con nosotros en el coche cuando en la vida habíamos pasado de los coches locos de la feria), y un elenco de cracks en el que obviamente nos incluíamos nosotros.Pues bien, con sus clases, coincidía Educación Fisica, con sus respectivos macutos, Plástica y sus carpetas tamaño A-3, y claro, nosotros que teníamos más guasa que la madre de Dani Rovira (mirar en youtube "Mi familia y yo" por si alguno pese a la advertencia de mi brother aún no lo ha hecho), y claro, eso es como poner en la puerta de un centro de desintoxicación un estanco...LA dureza de la disciplina que mantenía ese hombre rallaba los límites de la pasividad, por lo que blanco y en botella, hacíamos todo tipo de perrerías, llegando incluso a montar barricadas con mochilas, macutos y carpetones que alcanzaban una estatura superior a donde llegaba mi flequillo por aquel entonces, miraba a mi izquierda y veía ese amago de pirámide del MachuPichu superarme en altura y pensaba, que grande somos...el pobre hombre, que solía darse vueltas por los pasillitos que había entre los pupitres, al ver tan magnífica obra de arte no le quedaba otra que darse la vuelta y seguir su camino.
Cabe señalar que en un examen de ese mismo curso, de esa misma asignatura, no se por qué, pero toda la gente de la clase sacamos entre un 7,25 y un 8,25 fiufiu (quien no me tenga en el Messenger, que sepa que "fiufiu" es la onomatopeya del muñequito silbando), todos menos Jesús Benito Nogales, que una de dos...o no estudió, o no le dió por preguntarle a sus compañeros mas cercanos en lo que a la clase se refiere, véis, el compañerismo si lo asimilamos bien, de algo tenía que servir el dineral que se gastaban nuestros padres en nosotros desde que levantábamos un escaso metro del suelo.
Se le hizo alguna que otra perrería más, pero la verdad que no merecen mencionarse en el blog debido a lo fuera de lugar en la que se encontraban, desde aquí solo decir en defensa de mis compañeros y mía, que todo lo que hicimos por aquellas fechas era fruto de la inmadurez y la lucha por hacernos con el cargo de machos dominantes del colegio (cosa que conseguimos, como he dicho en muchas ocasiones, tenemos los Huevos de Oro,) hoy día personalmente al recordarlo me río, pero pienso, ¿cómo podíamos ser tan subnormales?
jueves, 28 de agosto de 2008
ZuRDa De DiaMaNTeS
Nos salimos de la temática habitual de nuestro blog, para rendir tributo a uno de los mayores emblemas ya no sólo del Sevilla F.C. sino de Sevilla y de Andalucía. Hoy hace un año que nos dejó, que se le paró el corazon en el Virgen del Rocío.Sinceramente no se como lo vivisteis cada uno, yo me encontraba en casa jugando a la PS2 cuando me llegó un sms de David Méndez informándome del trágico suceso, del cual ya existían rumores, pero al igual que la mayoría de la gente, me negaba a creer. Esa misma tarde me acerqué al templo nervionense junto a mi tocayo Juan Manuel Sanchez Arévalo, donde mas tardes se nos unieron el informador antes nombrado y Francisco Javier Delgado, conocido por esta zona de la geografía sevillana como "Xiko". Ya a la noche conseguimos entrar a la improvisada capilla ardiente establecida en el feudo nervionense para darle el último adiós.
Qué decir de este hombre que no se halla dicho ya, que no se halla escrito ya...Todos sabemos lo que supuso ese gol contra el Schalke 04, ese gol que nos cambió la vida, que lloramos de alegría en ese minuto 100 del año del centenario, ese gol que con el que nos abriste las puertas del cielo, ese cielo que nos aguardaba con 5 títulos : Las dos copas de la UEFA de Eindohven y Glasgow (donde tiraste de galones y lanzaste uno de los penaltys de la tanda), la Copa del Rey de Madrid, la Supercopa de Europa (¡qué jugadón hiciste!) y la Supercopa de España con la inolvidable
manita al campeón de liga con el Bernabeu por testigo.Pero ese mismo cielo fue el que hace un año decidió que te quería en su equipo, en su elenco de estrellas. Ahora estás ahí arriba, viendo desde el Tercer Anillo a tu equipo, junto al presidente mas laureado de la historia del sevillismo, Don Ramón Sánchez Pizjuán, junto a tu abuelo, que fue quien te inculcó ese sevillismo, y que fue al que le dedicaste esa volea impresionante que nos llevó a Eindhoven, junto a mi abuelo, que fue también el que me hizo socio del Sevilla nada más nacer y gracias a él pude verte en Eindhoven, y junto a muchísimos sevillistas más que te recibieron con los brazos abiertos y te hicieron un sitio en ese tercer anillo para que viéses a tu Sevilla en Champions.
Lograste tu sólo lo que nadie antes en casi 100 años había conseguido, unir a dos aficiones rivales bajo un mismo nombre, bajo un mismo llanto. Conseguiste el abrazo entre dos personas que parecían haberse jurado odio eterno. Y lo conseguiste tu sólo .
La Eurocopa que recientemente conquistó la Selección también te pertenece, como bien nos recordó tu amigo Sergio Ramos, eras el elegido para subir esa banda izquierda en Austria y Suiza.
Ahora toma tu relevo como sevillista tu hijo, Aitor, al cual hace pocas fechas en el I Trofeo en memoria de su padre, le vimos en el palco del campo que te vió triunfar, portando un carnet de socio, lleva tu sangre, la sangre de un campeón, es tu legado, que a buen seguro si sale a su padre, le veremos haciendo filigranas con el 16 a la espalda por el verde tapiz nervionense.
martes, 26 de agosto de 2008
LaVaDo De iMaGeN De La WeB
Me dirijo a los lectores para comentarles ciertas novedades introducidas en la web en las últimas horas, ya sé que no es un artículo en clave de humor, pero como no todas las personas que pasáis por aquí sois ingenieros, tendré que explicar un poco como va la cosa, porque sino lo hemos hecho para nada, y el sudor que corría ayer tarde por mi espalda a las 16:30 de la tarde con el termómetro del Palacio de Congresos marcando 47º sería para nada .
1º) Nueva presentación :no hay que ser muy perspicaz `para darse cuenta de que donde antes no había nada simplemente nuestro eslogan "Relatos del arbolito" ahora hay un montaje fotográfico gentileza de nuestro colaborador David Méndez, en el que podéis observar la calle donde se encuentra el citado especimen con vida propia de tamaño reducido, junto a los dos webmasters.
2º)Traductor : para todas aquellas personas que estén estudiando lenguas extranjeras y quieran poner a prueba su nivel, amén de los seguidores que en un futuro en otros países/culturas podamos arrastrar, además de que le da un toque de señorío, saber estar, elegancia, clase caché (para los de
3º)Temazos del arbolito : este es uno de los puntos que aún nos queda por pulir, pero a falta de pan buenas son tortas señores, estamos en búsqueda y captura de un reproductor en condiciones, pero mientras tanto hemos podido conseguir el actual, para que mientras lees nuestras papafritadas habituales podáis estar entretenidos al menos con música. Su mecanismo de funcionamiento es bastante asequible, yo creo que hasta los de turismo/empresariales/magisterio (jaja, no os enfadéis, es por darle carnaza al lector) simplemente con pinchar en una de las dos canciones que salen ya se carga y empieza a sonar, que por cierto son "Jacobino" y "Bora bora", dos hits de este verano 2008 (para los de
4º)Clima del arbolito : esto es para todos aquellos que no tengáis especial confianza con Julio Marvizón, de esta manera no hace falta llamar a este hombre ni buscar en internet mediante el Google el tiempo, directamente desde el arbolito os llega la previsión meteorológica del día en el que nos encontramos y del siguiente.
5º)Foro del arbolito : este es personalmente uno de nuestros proyectos mas ambiciosos, y al igual que con "temazos del arbolito" es bastante mejorable, digamos que tenemos aun la version "BETA" del foro. Os piden un nombre de usuario y poner el correo electrónico, pero tranquilos, el correo electrónico no sale una vez publicado el comentario, sólo lo vería el administrador en este caso yo, y la verdad, tampoco voy a ir trapicheando y "liando el taco" por la configuración de la página para ver si el nombre coincide con el correo electrónico que yo tengo en mi lista de contactos. Sirve para dejar cualquier tipo de sugerencia/recomendación/petición para nosotros, que intentaremos de cumplir en la medida de lo posible.
Sin más espero que estas nuevas innovaciones en el blog os hagan la visita un poco más amena y os animéis mas a comentar, que es lo que verdaderamente nos ilusiona a nosotros, ya que es la única manera mediante la cual tenemos constancia de que seguís el blog, y no de que lo que estamos es haciendo el comepollas, como nos ha puesto mas de uno en la encuesta. Un abrazo y GRACIAS a todos aquellos que nos han ayudado en esto (lo sé, me estoy poniendo tierno).
lunes, 25 de agosto de 2008
El ViAjE En El AuToBúS (AnDrE)
Antes de escribir esta historia que me dispongo a relatar siempre hago una breve introducción para poneros “a tono”, pues la introducción que os voy a hacer hoy es que os vais a descojonar a más no poder los que desconozcáis esta historia y los que ya la sepáis, porque o bien os la he contado yo (que es lo más normal) o bien os la hayan contado ya, que os vais a descojonar de nuevo rememorándola, voy a ello.
Nos situamos en un día lluvioso de noviembre, no recuerdo exactamente que día era, en mi primer año de universidad, es decir hace dos años, ya que llevo dos años haciendo el tonto paseándome por la Pablo de Olavide haciendo una Ingeniería Técnica de Informática de Gestión para nada, porque este año me cambio de carrera viendo el panorama como estaba, pero bueno vuelvo a lo mío que me desvío. Por aquel entonces no tenía yo ni carnet de coche, ni coche en sí, por lo que un servidor tenía que cogerse dos autobuses, o bien tres según los transbordos que quisiera hacer, para poder ir a la universidad. También hay que decir que para coger el primer autobús tenía que pegarme un pateo desde mi casa al Carrefour que viene a ser como desde el centro comercial El Corte Inglés (las mejores rebajas a mitad de precio) hasta Los Arcos, curiosísimo pateo. Serían las 8:00 AM cuando cogí los autobuses para ir a la Olavide, primero el antiguo 70 hasta llegar al Prado de San Sebastián y seguidamente el 36 que te deja en la Olavide. El transcurso del viaje a la ida fue sin mayores problemas, cogí mis dos autobuses, llegué a la Olavide, di mis correspondientes clases y la clave de esta historia está en el viaje de vuelta…
Digamos que era las 2:00 PM cuando un servidor se dispuso a volver a casa en un día lluvioso después de haber pasado una mañana entera en la universidad con su correspondiente cansancio. Andrés se monta en el 36 con su paraguas, su carpeta y su mp3, con la única intención de llegar a su destino y descansar. El autobús se para en el Prado de San Sebastián, como anteriormente había hecho su compañero el 70 y Andrés se baja y espera en la parada a que venga el 70 para llevarlo a casa, aunque eso de llevarlo a casa es relativo ya que me deja al pateo antes mencionado para yo después volver a casa andando con la lluvia. Y llega el autobús, me monto y como es normal, en un autobús hay asientos a la izquierda y a la derecha, pues bien, decido sentarme en uno de los de la derecha, no por que me guste sentarme ahí sino por el azar (y por Murphy como ya veréis ahora). Para situaros mejor y que os imaginéis la situación, o contexto, como fue, al estar lloviendo, sobre el asiento más próximo a la ventana del autobús había agua que estaba cayendo desde la parte superior de la ventana, producto de la lluvia que acontecía en el exterior, por lo que decidí sentarme en el asiento del pasillo y colocar mi paraguas y mi carpeta en el asiento humedecido, que no mojado.
El autobús arrancó y continuó su marcha conmigo dentro. El conductor, como es normal, se iba parando en las paradas (valga la redundancia) y como es más lógico todavía pues se montaba gente, baja gente, pero entre una de esas personas que subían, hubo una que me hizo gracia, era un chaval de unos 25 años, así regordete, con la cara ancha, bajito, con gafas, portando una mochila de estas que se pasan por el cuello (que no se ponen a la espalda vaya, pa que nos entendamos), pero que además tenia la característica de que tenía síndrome de down (ni por asomo se os pase por la cabeza, ostia que cabrón el chaval va a contar una historia con un muchacho con síndrome de down, creedme que no, porque la historia tiene tela). Bien pues el chaval se monta en el autobús, yo levanto la cabeza, me mira con ojos de felicidad, yo sonrío (a día de hoy creo que ese fue mi error, ahora veréis el por qué) porque me hizo gracia y el continúa andando hacia la parte de atrás del autobús, buscando su asiento.
El vehículo arranca y yo en mi mundo con mi mp3, sigo mirando hacia delante, cuando de repente noto dos leves golpecitos en mi hombro derecho, yo girando mi cabeza para ver quien es, cual fue mi asombro que al conectar sus ojos con los míos reconozco al muchacho regordete, con gafas y con síndrome de down, que él muy sonriente me dice, “¿me puedo sentar contigo por favor?”, (toda esta frase y las siguientes que ponga viniendo de él, quiero que os las imaginéis con una voz así cómica, como de retraso mental, lo que hará esta historia mucho más amena^^, si soy un personaje lo sé), yo, desde mi más absoluta inocencia y humildad le dije que ese sitio estaba mojado y que, como es lógico, se iba a mojar a lo que él me respondió “da igual, da igual” (ya sabéis como tenéis que imaginároslo^^). Así que nada, cogí mi carpeta y mi paraguas que estaba en el otro asiento, me levanté y se puso a mi lado.
La cosa siguió como si nada, yo un poco más cargado de la cuenta y algo menos cómodo pero bien, hasta que esta persona comenzó a intentar iniciar una conversación conmigo. Él, mirándome a los ojos, como pocas personas en mi vida lo han hecho, cogiendo una pequeña bolsa de farmacia en la mano me dice, “¿me puedes coger la bolsa un momentito?”, como buen ciudadano le digo que si, acto seguido se la devuelvo dándome él las gracias. Tras unos segundos de espera, volvió a la carga, “¿cuántos años tienes?”, viendo que la cosa se iba a alargar, me quité uno de los cascos del mp3 para escucharlo mejor, “tengo 18”, le respondí, a lo que él me volvió a preguntar, “¿cómo te llamas?”, “Andrés”, le dije, y me contestó “yo soy Fernando”, mientras me extendía su mano derecha para estrecharla con la mía y así formar una unión personal, la siguiente pregunta ya fue más de índole personal, “¿tienes novia?”, a lo que le contesté que no, ya que por aquel entonces todavía no había conocido a la que a día de hoy es mi compañera sentimental, Patri. El autobús mientras seguía su marcha y yo cada vez más ansiaba entre ver entre las gotas de agua que caían del cielo a través de las ventanas, el centro comercial Carrefour, sinónimo de que mi parada se encontraba muy cerca.
Tras unos segundos sumidos en mis pensamientos más íntimos y profundos, tales como que capítulo de Los Simpsons me estaría perdiendo ese día, mi colega Fernando, comenzó a rebuscar en su carpeta, que tenía encima suya, mientras me formulaba la siguiente frase (atentos), “bien, pues yo ahora te voy a hacer una preguntita, pero yo no quiero que te enfades conmigo, ¿vale?”, toda esta frase como he dicho antes, la hizo rebuscando algo en su carpeta, pues tras terminar de decirla, pensé, verá tu que ahora el loco este me saca una pistola, me la pone en la cabeza y me dice que como no haga lo que el quiere me pega un tiro. Yo, rápidamente le contesté asustado, “venga, pero rapidito que yo me tengo que bajar ya”, en ese instante decidí que por nada del mundo iba a continuar en ese autobús y cuando casi sin mirarle a la cara, esperaba esa pregunta va y me suelta… “¿quieres ser mi novio?”…
Dicen que cuando estas a punto de morir, tu vida pasa en diapositivas delante tuya en décimas de segundo, pues bien, yo en ese momento mis diapositivas eran yo paseando por el parque con el agarrados de la mano, yo presentándoselos a mis padres en mi casa…”papá, mamá,…este es Fernando…”. Todo esto que estoy contando, pasó en décimas de segundo y mientras yo seguía sumido en mis diapositivas, de repente noto otros dos leves golpecitos, esta vez en mi hombro izquierdo, miro hacia atrás y me veo que una mujer que había estado escuchando nuestra conversación, poniéndose un dedo en la cabeza, me dice en voz baja, “es que está mal de la cabeza” (¡¡los cojones señora!!, verdaderamente usted cree que no me he dado cuenta ostia, no yo estoy aquí siguiéndole el royo haber si cae). Le respondí amablemente, que ya lo sabía, volví la cara de nuevo, miré a Fernando y mientras me levantaba de mi asiento, dispuesto a darle al botón de STOP del autobús le dije, “que va tío, no puedo, me tengo que ir ya”. El autobús dio la casualidad que en ese momento se estaban cerrando las puertas ya que iba a partir de nuevo, tras haber hecho una parada en El Corte Inglés (si lo sé, me quedaba un pateo hasta mi casa, pero es que me daba exactamente igual, donde estuviera), le grité al conductor porque no estaba dispuesto a pasar en ese autobús un minuto más, “¡¡Abra la puerta jefe!!”. El conductor las abrió y mientras me bajaba y las gotas de lluvia comenzaron a mojarme la cara, escuche una voz de fondo que decía, “¿pero por qué no?”, Fernando no quería admitir que lo había rechazado. Tras bajarme del autobús, me quede unos segundos reflexionando sobre lo que me acababa de suceder, a lo cual de repente me eché a reír, porque no me quedaba otra y me encaminé hacia la parada de El Corte Inglés, para coger el 27, hasta mi casa.
El viaje en el 27 fue muy tranquilo hasta mi casa. En ella le conté la historia a mi madre, la cual se descojonó de mí, como es lógico.
A día de hoy, tengo que decir, que no e vuelto a coger el 70, ahora 28, “nunca mais” y si tengo que hacerlo cojo otros autobuses y hago transbordo…He dicho.
Nos situamos en un día lluvioso de noviembre, no recuerdo exactamente que día era, en mi primer año de universidad, es decir hace dos años, ya que llevo dos años haciendo el tonto paseándome por la Pablo de Olavide haciendo una Ingeniería Técnica de Informática de Gestión para nada, porque este año me cambio de carrera viendo el panorama como estaba, pero bueno vuelvo a lo mío que me desvío. Por aquel entonces no tenía yo ni carnet de coche, ni coche en sí, por lo que un servidor tenía que cogerse dos autobuses, o bien tres según los transbordos que quisiera hacer, para poder ir a la universidad. También hay que decir que para coger el primer autobús tenía que pegarme un pateo desde mi casa al Carrefour que viene a ser como desde el centro comercial El Corte Inglés (las mejores rebajas a mitad de precio) hasta Los Arcos, curiosísimo pateo. Serían las 8:00 AM cuando cogí los autobuses para ir a la Olavide, primero el antiguo 70 hasta llegar al Prado de San Sebastián y seguidamente el 36 que te deja en la Olavide. El transcurso del viaje a la ida fue sin mayores problemas, cogí mis dos autobuses, llegué a la Olavide, di mis correspondientes clases y la clave de esta historia está en el viaje de vuelta…
Digamos que era las 2:00 PM cuando un servidor se dispuso a volver a casa en un día lluvioso después de haber pasado una mañana entera en la universidad con su correspondiente cansancio. Andrés se monta en el 36 con su paraguas, su carpeta y su mp3, con la única intención de llegar a su destino y descansar. El autobús se para en el Prado de San Sebastián, como anteriormente había hecho su compañero el 70 y Andrés se baja y espera en la parada a que venga el 70 para llevarlo a casa, aunque eso de llevarlo a casa es relativo ya que me deja al pateo antes mencionado para yo después volver a casa andando con la lluvia. Y llega el autobús, me monto y como es normal, en un autobús hay asientos a la izquierda y a la derecha, pues bien, decido sentarme en uno de los de la derecha, no por que me guste sentarme ahí sino por el azar (y por Murphy como ya veréis ahora). Para situaros mejor y que os imaginéis la situación, o contexto, como fue, al estar lloviendo, sobre el asiento más próximo a la ventana del autobús había agua que estaba cayendo desde la parte superior de la ventana, producto de la lluvia que acontecía en el exterior, por lo que decidí sentarme en el asiento del pasillo y colocar mi paraguas y mi carpeta en el asiento humedecido, que no mojado.
El autobús arrancó y continuó su marcha conmigo dentro. El conductor, como es normal, se iba parando en las paradas (valga la redundancia) y como es más lógico todavía pues se montaba gente, baja gente, pero entre una de esas personas que subían, hubo una que me hizo gracia, era un chaval de unos 25 años, así regordete, con la cara ancha, bajito, con gafas, portando una mochila de estas que se pasan por el cuello (que no se ponen a la espalda vaya, pa que nos entendamos), pero que además tenia la característica de que tenía síndrome de down (ni por asomo se os pase por la cabeza, ostia que cabrón el chaval va a contar una historia con un muchacho con síndrome de down, creedme que no, porque la historia tiene tela). Bien pues el chaval se monta en el autobús, yo levanto la cabeza, me mira con ojos de felicidad, yo sonrío (a día de hoy creo que ese fue mi error, ahora veréis el por qué) porque me hizo gracia y el continúa andando hacia la parte de atrás del autobús, buscando su asiento.
El vehículo arranca y yo en mi mundo con mi mp3, sigo mirando hacia delante, cuando de repente noto dos leves golpecitos en mi hombro derecho, yo girando mi cabeza para ver quien es, cual fue mi asombro que al conectar sus ojos con los míos reconozco al muchacho regordete, con gafas y con síndrome de down, que él muy sonriente me dice, “¿me puedo sentar contigo por favor?”, (toda esta frase y las siguientes que ponga viniendo de él, quiero que os las imaginéis con una voz así cómica, como de retraso mental, lo que hará esta historia mucho más amena^^, si soy un personaje lo sé), yo, desde mi más absoluta inocencia y humildad le dije que ese sitio estaba mojado y que, como es lógico, se iba a mojar a lo que él me respondió “da igual, da igual” (ya sabéis como tenéis que imaginároslo^^). Así que nada, cogí mi carpeta y mi paraguas que estaba en el otro asiento, me levanté y se puso a mi lado.
La cosa siguió como si nada, yo un poco más cargado de la cuenta y algo menos cómodo pero bien, hasta que esta persona comenzó a intentar iniciar una conversación conmigo. Él, mirándome a los ojos, como pocas personas en mi vida lo han hecho, cogiendo una pequeña bolsa de farmacia en la mano me dice, “¿me puedes coger la bolsa un momentito?”, como buen ciudadano le digo que si, acto seguido se la devuelvo dándome él las gracias. Tras unos segundos de espera, volvió a la carga, “¿cuántos años tienes?”, viendo que la cosa se iba a alargar, me quité uno de los cascos del mp3 para escucharlo mejor, “tengo 18”, le respondí, a lo que él me volvió a preguntar, “¿cómo te llamas?”, “Andrés”, le dije, y me contestó “yo soy Fernando”, mientras me extendía su mano derecha para estrecharla con la mía y así formar una unión personal, la siguiente pregunta ya fue más de índole personal, “¿tienes novia?”, a lo que le contesté que no, ya que por aquel entonces todavía no había conocido a la que a día de hoy es mi compañera sentimental, Patri. El autobús mientras seguía su marcha y yo cada vez más ansiaba entre ver entre las gotas de agua que caían del cielo a través de las ventanas, el centro comercial Carrefour, sinónimo de que mi parada se encontraba muy cerca.
Tras unos segundos sumidos en mis pensamientos más íntimos y profundos, tales como que capítulo de Los Simpsons me estaría perdiendo ese día, mi colega Fernando, comenzó a rebuscar en su carpeta, que tenía encima suya, mientras me formulaba la siguiente frase (atentos), “bien, pues yo ahora te voy a hacer una preguntita, pero yo no quiero que te enfades conmigo, ¿vale?”, toda esta frase como he dicho antes, la hizo rebuscando algo en su carpeta, pues tras terminar de decirla, pensé, verá tu que ahora el loco este me saca una pistola, me la pone en la cabeza y me dice que como no haga lo que el quiere me pega un tiro. Yo, rápidamente le contesté asustado, “venga, pero rapidito que yo me tengo que bajar ya”, en ese instante decidí que por nada del mundo iba a continuar en ese autobús y cuando casi sin mirarle a la cara, esperaba esa pregunta va y me suelta… “¿quieres ser mi novio?”…
Dicen que cuando estas a punto de morir, tu vida pasa en diapositivas delante tuya en décimas de segundo, pues bien, yo en ese momento mis diapositivas eran yo paseando por el parque con el agarrados de la mano, yo presentándoselos a mis padres en mi casa…”papá, mamá,…este es Fernando…”. Todo esto que estoy contando, pasó en décimas de segundo y mientras yo seguía sumido en mis diapositivas, de repente noto otros dos leves golpecitos, esta vez en mi hombro izquierdo, miro hacia atrás y me veo que una mujer que había estado escuchando nuestra conversación, poniéndose un dedo en la cabeza, me dice en voz baja, “es que está mal de la cabeza” (¡¡los cojones señora!!, verdaderamente usted cree que no me he dado cuenta ostia, no yo estoy aquí siguiéndole el royo haber si cae). Le respondí amablemente, que ya lo sabía, volví la cara de nuevo, miré a Fernando y mientras me levantaba de mi asiento, dispuesto a darle al botón de STOP del autobús le dije, “que va tío, no puedo, me tengo que ir ya”. El autobús dio la casualidad que en ese momento se estaban cerrando las puertas ya que iba a partir de nuevo, tras haber hecho una parada en El Corte Inglés (si lo sé, me quedaba un pateo hasta mi casa, pero es que me daba exactamente igual, donde estuviera), le grité al conductor porque no estaba dispuesto a pasar en ese autobús un minuto más, “¡¡Abra la puerta jefe!!”. El conductor las abrió y mientras me bajaba y las gotas de lluvia comenzaron a mojarme la cara, escuche una voz de fondo que decía, “¿pero por qué no?”, Fernando no quería admitir que lo había rechazado. Tras bajarme del autobús, me quede unos segundos reflexionando sobre lo que me acababa de suceder, a lo cual de repente me eché a reír, porque no me quedaba otra y me encaminé hacia la parada de El Corte Inglés, para coger el 27, hasta mi casa.
El viaje en el 27 fue muy tranquilo hasta mi casa. En ella le conté la historia a mi madre, la cual se descojonó de mí, como es lógico.
A día de hoy, tengo que decir, que no e vuelto a coger el 70, ahora 28, “nunca mais” y si tengo que hacerlo cojo otros autobuses y hago transbordo…He dicho.
sábado, 23 de agosto de 2008
ZoNa 4'DaY (AnDrE)
Con esta historia que me dispongo a contar me estoy jugando el cuello con mi progenitora madre, ya que esta historia no le hará mucha gracia ya que me costo una bronca y de las gordas con ella, pero para que veáis mi implicación con la Web, la voy a publicar.
Estamos hablando de hace unos 4 años, cuando tenía yo 16 creo recordar y por aquel entonces frecuentaba mucho la casa de mi amigo Eduardo Lagares, allí en San Pablo. Esa noche Eduardo me propuso un plan nocturno, el cual era ir a la discoteca Zona 4, en San José de la Rinconada (hoy se le denomina Van Gogh, en la cual hay otra historia que contar que será próximamente), pasando la noche en su parcela de Tarazona (vecino del mismísimo Farruquito, que tiene una casa allí, este chavalito que se sacó el carnet en la tómbola). La salida iba a estar compuesta por Eduardo, su primo Mastro (un artista de la vida todo hay que decirlo), los Mellis (dos personas exactamente iguales las cuales tarde en diferenciarlas un año entero juntándome con ellos, responden al nombre de Víctor y David), Ale (una persona capaz de estudiarse 72 folios en una hora, un prodigio de la naturaleza) y un servidor. Yo muy tonto por mi parte, cogí y le dije a mi madre que iba a pasar la noche en la parcela de Edu, lo cual no ponía impedimento alguno y yo con toda la poquísima vergüenza salí de mi casa con un macuto en el cual debajo del pijama y ropa de repuesto, llevaba unos zapatos, una camisa y unos vaqueros…
Una vez en la parcela de Edu, la tarde fue amena, bañándonos en la piscina, jugando al futbol…Hasta que llegó la noche y nos dispusimos a irnos a la discoteca antes mencionada en el coche de Mastro, ese Citröen Saxo con un bombo que ya lo quisiera Haze para cualquiera de sus videoclips callejeros. Nos cambiamos en la casa y nos fuimos para allá con nuestro correspondiente lote de cacique (ahora te puedes meter en http://www.caciqueorigen.es/ y reservar una botella en una de las muchas discotecas sevillanas, totalmente gratis junto con cuatro amigos más, doy fe de ello que ya lo e hecho^^). Bien llegamos allí los 6, que la verdad no recuerdo yo ahora mismo como pudimos caber seis personas en ese coche tan limitado espacialmente. Nos pusimos primero fuera, a bebernos el lote todos juntos como bueno hermanos, y en este instante el artista de la vida, Mastro, hizo unas de las acciones más impresionantes que yo he presenciado, de buenas a primeras este hombre estando todos con las típicas tonterías de un lote previo a entrar en una discoteca cogió un hielo de nuestra bolsa, lo lanzó hacia arriba y con un sutil toque de pie, lo metió en una papelera que había a unos 10 metros de nosotros…IMPRESIONANTE. La noche transcurrió dentro de lo normal, fue la ostia vaya, entramos en la discoteca por supuesto, la discoteca enorme, tengo que decir que era la primera vez que iba a una discoteca de noche, por lo que estaba muy flipado.
A la hora de recogernos, la idea no era volvernos a la parcela ya que nos cogía muy lejos de la discoteca sino dormir en la casa de Edu de allí de San Pablo y yo ya volverme al día siguiente a mi casa. Bien, una vez dejados cada uno en sus respectivas casas Mastro nos dejó a Edu y a mí en casa de Edu. Llegamos, nos cambiamos y a dormir (tengo que decir que la hora de llegada a casa de Edu pudo ser sobre las 7 de la mañana, este apunte es muy importante, ya veréis el por qué). Yo me eché a dormir directamente, no hubo ni tocamientos por parte suya ni mía.
Tras llevar ya un rato dormido en la cama, me desvelo. Me desvelo con mi correspondiente resaca y al despertarme lo primero que llamó mi atención fue que era de día, (cuando nos acostamos todavía no había amanecido aún), busqué algún reloj por la casa pero no hallé ninguno, así que supuse que serían ya sobre la 1:00 PM. Siendo la hora que era y que no tenía ganas ninguna de volver a mi casa aún, decidí llamar por teléfono a mis padres para decirles que me quedaba a comer en casa de Edu. Al llamar lo cogió mi padre después de bastantes tonos, lo cual me resultó extraño, tenía una voz taciturna, plomiza, pero yo le hablé tan normal, “¿Papá que me voy a quedar en casa de Edu a comer vale?”, (después de varios segundos de reflexión por su parte), “Vale hijo, hasta luego”. Colgué me volví a echar en la cama y tras 10 segundos echado sobre la cama sonó el teléfono, sobresaltado fui a por él, lo cogí y desde el otro lado del teléfono se escuchó a mi madre diciendo, “¿Se puede saber donde estás niño?” , el tono utilizado por mi madre no fue el más amigable que digamos a lo cual me quedé sin habla. Acto seguido mi madre viendo que no respondía lanzó una pregunta fulminante, “¿Tú sabes qué hora es?”, a lo cual yo respondí que no, que no lo sabía, entonces me dijo, “pues haz el favor de mirarla”, en ese momento comencé a buscar verdaderamente y no como lo había buscado antes un reloj, miré en paredes, estanterías, en el cuarto, cocina, pero no había un puto reloj en toda la casa, así que pensé en el teletexto de la tele, lo puse le di al teletexto y eran….las 8:15 AM…había dormido tan solo una hora y cuarto. Se me calló el mundo encima en ese momento, si había algún momento en el que quieres que la tierra te trague, creedme que este era uno de ellos. Al volver a hablar con mi madre y decirle la hora que era, la monumental que me formó por el teléfono solo se la pueden imaginar los que ya conocen a mi madre (tengo que decir que entiendo perfectamente el mosqueo de mi madre, las cosas como son). Así que tras colgar el teléfono recogí mis cosas y me dirigí a las 8:30 AM a mi casa en autobús. La que se montó al llegar a mi casa, os lo podéis imaginar.
Se puede decir a día de hoy, que esta historia marcó un antes y un después en mi vida…
Estamos hablando de hace unos 4 años, cuando tenía yo 16 creo recordar y por aquel entonces frecuentaba mucho la casa de mi amigo Eduardo Lagares, allí en San Pablo. Esa noche Eduardo me propuso un plan nocturno, el cual era ir a la discoteca Zona 4, en San José de la Rinconada (hoy se le denomina Van Gogh, en la cual hay otra historia que contar que será próximamente), pasando la noche en su parcela de Tarazona (vecino del mismísimo Farruquito, que tiene una casa allí, este chavalito que se sacó el carnet en la tómbola). La salida iba a estar compuesta por Eduardo, su primo Mastro (un artista de la vida todo hay que decirlo), los Mellis (dos personas exactamente iguales las cuales tarde en diferenciarlas un año entero juntándome con ellos, responden al nombre de Víctor y David), Ale (una persona capaz de estudiarse 72 folios en una hora, un prodigio de la naturaleza) y un servidor. Yo muy tonto por mi parte, cogí y le dije a mi madre que iba a pasar la noche en la parcela de Edu, lo cual no ponía impedimento alguno y yo con toda la poquísima vergüenza salí de mi casa con un macuto en el cual debajo del pijama y ropa de repuesto, llevaba unos zapatos, una camisa y unos vaqueros…
Una vez en la parcela de Edu, la tarde fue amena, bañándonos en la piscina, jugando al futbol…Hasta que llegó la noche y nos dispusimos a irnos a la discoteca antes mencionada en el coche de Mastro, ese Citröen Saxo con un bombo que ya lo quisiera Haze para cualquiera de sus videoclips callejeros. Nos cambiamos en la casa y nos fuimos para allá con nuestro correspondiente lote de cacique (ahora te puedes meter en http://www.caciqueorigen.es/ y reservar una botella en una de las muchas discotecas sevillanas, totalmente gratis junto con cuatro amigos más, doy fe de ello que ya lo e hecho^^). Bien llegamos allí los 6, que la verdad no recuerdo yo ahora mismo como pudimos caber seis personas en ese coche tan limitado espacialmente. Nos pusimos primero fuera, a bebernos el lote todos juntos como bueno hermanos, y en este instante el artista de la vida, Mastro, hizo unas de las acciones más impresionantes que yo he presenciado, de buenas a primeras este hombre estando todos con las típicas tonterías de un lote previo a entrar en una discoteca cogió un hielo de nuestra bolsa, lo lanzó hacia arriba y con un sutil toque de pie, lo metió en una papelera que había a unos 10 metros de nosotros…IMPRESIONANTE. La noche transcurrió dentro de lo normal, fue la ostia vaya, entramos en la discoteca por supuesto, la discoteca enorme, tengo que decir que era la primera vez que iba a una discoteca de noche, por lo que estaba muy flipado.
A la hora de recogernos, la idea no era volvernos a la parcela ya que nos cogía muy lejos de la discoteca sino dormir en la casa de Edu de allí de San Pablo y yo ya volverme al día siguiente a mi casa. Bien, una vez dejados cada uno en sus respectivas casas Mastro nos dejó a Edu y a mí en casa de Edu. Llegamos, nos cambiamos y a dormir (tengo que decir que la hora de llegada a casa de Edu pudo ser sobre las 7 de la mañana, este apunte es muy importante, ya veréis el por qué). Yo me eché a dormir directamente, no hubo ni tocamientos por parte suya ni mía.
Tras llevar ya un rato dormido en la cama, me desvelo. Me desvelo con mi correspondiente resaca y al despertarme lo primero que llamó mi atención fue que era de día, (cuando nos acostamos todavía no había amanecido aún), busqué algún reloj por la casa pero no hallé ninguno, así que supuse que serían ya sobre la 1:00 PM. Siendo la hora que era y que no tenía ganas ninguna de volver a mi casa aún, decidí llamar por teléfono a mis padres para decirles que me quedaba a comer en casa de Edu. Al llamar lo cogió mi padre después de bastantes tonos, lo cual me resultó extraño, tenía una voz taciturna, plomiza, pero yo le hablé tan normal, “¿Papá que me voy a quedar en casa de Edu a comer vale?”, (después de varios segundos de reflexión por su parte), “Vale hijo, hasta luego”. Colgué me volví a echar en la cama y tras 10 segundos echado sobre la cama sonó el teléfono, sobresaltado fui a por él, lo cogí y desde el otro lado del teléfono se escuchó a mi madre diciendo, “¿Se puede saber donde estás niño?” , el tono utilizado por mi madre no fue el más amigable que digamos a lo cual me quedé sin habla. Acto seguido mi madre viendo que no respondía lanzó una pregunta fulminante, “¿Tú sabes qué hora es?”, a lo cual yo respondí que no, que no lo sabía, entonces me dijo, “pues haz el favor de mirarla”, en ese momento comencé a buscar verdaderamente y no como lo había buscado antes un reloj, miré en paredes, estanterías, en el cuarto, cocina, pero no había un puto reloj en toda la casa, así que pensé en el teletexto de la tele, lo puse le di al teletexto y eran….las 8:15 AM…había dormido tan solo una hora y cuarto. Se me calló el mundo encima en ese momento, si había algún momento en el que quieres que la tierra te trague, creedme que este era uno de ellos. Al volver a hablar con mi madre y decirle la hora que era, la monumental que me formó por el teléfono solo se la pueden imaginar los que ya conocen a mi madre (tengo que decir que entiendo perfectamente el mosqueo de mi madre, las cosas como son). Así que tras colgar el teléfono recogí mis cosas y me dirigí a las 8:30 AM a mi casa en autobús. La que se montó al llegar a mi casa, os lo podéis imaginar.
Se puede decir a día de hoy, que esta historia marcó un antes y un después en mi vida…
jueves, 21 de agosto de 2008
DíA De La PoLiLlA (AnDrE)
Como todo buen principio de una historia tiene que tener un contexto y una situación expresa para que el lector se sitúe en ella, pues bien os voy a situar. Colegio San Agustín de Sevilla, allá en los aledaños del célebre barrio de Santa Clara, creo recordar que era un mes de Febrero, más o menos si mi memoria no me engaña, cuando aquí el autor cursaba cuarto de la E. S. O, (como la LOGSE no la cambien se cargaran a los estudiantes) junto con mi amigo Juan Manuel Fernández. Bien, tengo que decir que este curso fue el mejor curso de toda mi vida junto con bachiller, pero en cuanto a diversión en las clases y resultados académicos (como si de una comparación calidad – precio se tratase) el mejor sin lugar a dudas (ya que en el bachiller tuve serias dificultades para pasarlo, sobre todo segundo que eso será otra historia que contar). Pues un día de febrero nos encontrábamos en clase de lengua con el archiconocido padre Nava, (todo el mundo que haya estado en el San Agustín ha odiado al menos una vez en su vida a este hombre tan cansino y ha querido darle una suave torta en la calva, que calva tan cuidada ostia) cuando la campana sonó y significaba el cambio de clase, los que nos tocaba después era educación física (clase que a todo niño le encanta porque solo se hace deporte, pero cuando se llega a la E. S. O no, a partir de ahí comienzan a jugar con tus sentimientos infantiles y te empiezan a hacer exámenes y a estudiar un libro, ¡¡en la puta vida se estudia el fútbol coño!!), sigo que sino me desvío, aquí comienza la historia que os relato. Cada vez que había educación física lo que hacíamos previamente era ir a los vestuarios y cambiarnos para ponernos la ropa de chándal. Mi vestuario estaba formado por Juan Manuel, Iván, Abraham (que forma de apurar el peinao al máximo), Gonzalo (quédense con este nombre^^), Manuel Alejandro (también llamado Manolín), Daniel y yo. En una de estas que nos estábamos cambiando, con el correspondiente jolgorio de unos estudiantes de 15, 16 años, se cuela una polilla en el vestuario en el que nosotros nos encontrábamos (no sabía donde se metía, lo tengo clarísimo). Todos comenzamos a intentar cogerla o bien acabar con su vida (vuelvo a repetir que teníamos 15 años), el vestuario era un cúmulo de hormonas gritando y chillando como si montados en uno de los aviones del 11- S nos encontráramos. En una de estas, Gonzalo (dije que os quedarais con este nombre por algo) le dio por comenzar a gritar algo como “¡¡Cogedla, cogedla para el parte!!, ¡¡Que no se escape, cogedla para el parte!!...Aquí el autor del artículo se encontraba en ese momento justo debajo de Gonzalo, el cuál estaba subido sobre un banco para coger la polilla que estaba en la ventana. Cuando me da por mirar alrededor mía, para mi asombro estábamos Gonzalo y yo solos en el vestuario, pero aún fue mayor mi cara de incredulidad cuando me da por mirar al umbral de la puerta y me encuentro al director del colegio y archiconocido padre Nava con pose y una cara de seriedad que ni en el entierro de Lady Di y Alfayed. Ese hombre ahí implacable estaba siendo consciente en primera persona de lo que Gonzalo intentaba hacer, el cual aún no se había percatado de la cómica situación y seguía gritando y agitando su cuerpo con vehemencia. A un servidor le comenzó a entrar la típica risa que nunca quieres que te entre en estos momentos, la risa incontrolada la cual no quieres que te salga, pero te sale si o si, y no podía ni hablar para avisar a mi amigo que seguía a lo suyo, cuando de repente consigo pegarle un tirón de la camiseta y ve al director del colegio, el cual habíamos tenido clase con él hacía escasos 10 minutos. Salimos los dos del vestuario con la cabeza gacha mientras Gonzalo soltaba un tímido “cabrones…porque no me habéis avisado”.
Nos llevamos nuestra correspondiente bronca por supuesto, como era de suponer, pero y os preguntaréis, ¿qué pasó con la polilla? Pues solo os diré que la polilla llego a estar en el parte de incidencias de nuestra clase, en el cual se ponían los avisos cuando alguien se le llamaba la atención, o bien faltaba a clase, pero eso será otra historia…
Nos llevamos nuestra correspondiente bronca por supuesto, como era de suponer, pero y os preguntaréis, ¿qué pasó con la polilla? Pues solo os diré que la polilla llego a estar en el parte de incidencias de nuestra clase, en el cual se ponían los avisos cuando alguien se le llamaba la atención, o bien faltaba a clase, pero eso será otra historia…
PeoR Dia De Mi ViDa (Juan Manuel)
Si...tal y como lo titulo...el peor dia de mi vida...bueno...sinceramente creo que de nuestra vida, debido a que mi compañero de fatigas también se vió inmerso en él.
Todo comenzó un dia primaveral cuando nos encontrábamos en 6º de primaria...más concretamente en una clase con el célebre profesor agustiniano D.Francisco ,famoso por su capacidad auditiva, su punteria de tirador selecto con los fluidos salivales, y sus dotes como director musical (que persona que halla estudiado en el colegio San Agustín en los últimos 25 años no ha cantado un villancico dirigido por este hombre). Yo el día anterior me había encontrado indispuesto por lo que no fue a clase, y claro, como las clases con este señor eran tan "entretenidas" (todos recordamos ese examen de los ríos que el colega nos puso mirando "pá" Armensillas con un bote de vaselina en nuestras respectivas manos), que decidí mandarle una nota al empollón de la clase, pidiéndolo por favor que me prestase los apuntes del día anterior...el empollón en cuestión era ya el archiconocido por Sevilla Este Andrés Felices (más adelante veremos pseudónimos como tigre...sito...), a lo que muy gentilmente me contestó con un "Venga yo te los dejo, chupalá"...al ver esa palabra de índole obscena se me cruzaron los cables (para que os hagáis una idea, cómo a Handcock cuando le dicen "capullo), y empezamos un cruce de declaraciones que ni Mourinho y Rijkaard lo hubieran hecho mejor, con todo tipo de lindezas acerca del uno y del otro, por supuesto sin olvidarnos de las señoritas de vida alegre, del famoso yumalamalasingare o de nuestras respectivas familias...Bueno, pues entre-medio de los dos había un chavalin que ya por aquel entonces dejaba entrever sus habilidades baloncestísticas :Jesús Flores, que era el que hacía de mensajero entre nosotros...pero claro, conforme fue aumentando la intensidad de los comentarios, de manera directamente proporcional aumentaban las carcajadas de este señor, por lo que claro, D.Francisco que era sordo, pero no ciego, al ver a "Flores" doblándose en la silla cual cernícalo lagartijero se acercó a la mesa y con la rapidez digna de Bolt le arrebató la notita...nuestra notita...Para más inri, mi compañero en el último mensaje, por si quedaban dudas de quien participaba en la notita la había firmado, por lo que solo faltaba descubrir al otro,que era cuestión de tiempo pues mi letra es muy "especial". Pues bien,nos pillaron, nos echaron la bronca los profesores, nos dijeron que nos expulsarían, y claro, aqui mi compañero y yo siempre APECHUGAMOS, por lo que decidimos antes de que se enterasen nuestros padres por los profesores comentarles nosotros la jugada antes, ya que habíamos sido los principales protagonistas.
Una vez se lo contamos se cruzan con el citado profesor,y cuando les dice que la nota que nos había pillado era de caracter obsceno a Mari Carmen y a Espe se les quedo la cara blanca,y esas mentes perversas que solo las madres poseen empezó a maquinar...a la tarde nos hicieron volver a escribir cada uno en nuestra casa la notita,para luego llamarse y comparar que era cierto. Ese día fue eterno.
Finalmente ni nos expulsaron, ni nos mandaron copiar 200 veces nada,solo una reunión con nuestros padres para hacernos ver la gravedad de la situación por nuestra temprana edad.
Moraleja : apechugad siempre amigos, aunque en un primer momento no lo parezca,siempre es lo mejor.
miércoles, 20 de agosto de 2008
PrInCiPiOs DíFiCiLeS (AnDrE)
Tendría yo por aquel entonces la temprana edad de 4 añitos cumplidos meses atrás hacia el 10 de Junio, era una noche de mediados de Septiembre y serían las 7:00 PM, cuando mis padres decidieron ir a cenar la noche previa al primer día de colegio de su hijo, en este caso yo. Esa noche fuimos a cenar a un restaurante en el cual yo era el centro de atención porque ninguna familia iba con su hijo o hijos pequeños, ya que supongo que habrían decidido cenar esa noche en sus casas para que sus respectivos hijos estuviesen descansados, en mi caso no, en mi caso se sale y si hay que llevar tarde al primer día de clase del niño no pasa nada, de ahí que siempre llegue tarde a los sitios me lo inculcaron desde chiquitito... Bien que me desvío, estaba yo en el restaurante a mi rollo, (el lugar exacto del mismo no lo recuerdo la verdad, tenía 4 años entiéndanme), cuando el camarero se digno a tomarnos nota a mis padres y a mí, cuando ese hombre se dirigió a nuestra mesa portaba en sus manos un folio con dibujos en blanco y una caja de colores. Tras pedir mis padres los correspondientes alimentos que nosotros íbamos a digerir esa noche, el camarero con un gesto de generosidad sublime dejo el folio y la caja de colores encima de nuestra mesa, para mi asombro. En ese momento era el niño mas feliz del mundo (comiendo y encima coloreando^^ y todo eso con 4 añitos). Durante la cena mis padres propusieron la idea de que me llevara los colores al colegio para mi primer día lo cual sucedió al día siguiente…
En mi primer día de clase mis padres me acompañaron al aula para que no me sintiera sólo, así que como buena familia fuimos todos juntos a mi aula (por supuesto llegamos tarde ya que mis padres se levantaron dos mijillas tarde, para entender esto los que no lo sepáis "Dani Rovira mi familia y yo", gran monólogo, y además había tráfico). Al entrar en la clase a las 9:10 AM, todos estaban sentados en sus respectivos sitios y en ese momento la señorita, profesora, mandamás de allí se dirigió a la puerta saludo a mis progenitores y cogiéndome de la mano me presento a todos diciendo “Este es Andrés Felices Antuña y va a ser vuestro nuevo compañero”, en ese instante me sentí rey de la clase al ser el centro de atención de todo el aula, se me pasó por la cabeza comenzar a imitar a pingu y hacer la foca, pero lo vi demasiado precipitado). Así que la señorita que se llamaba Esther me llevo de la mano hasta mi asiento entre un tal Eloy Lobato (a día de hoy de ese hombre no tengo constancia ni de que esté vivo) y otro chaval regordete con la cara sonriente con cara de que está haciendo este niño a mi lado, el cual en su estuche ponía Juan Manuel Fernández Pineda. Tras los primeros compases de la clase que todo el mundo me miraba con asombro la señorita Esther, comenzó a repartir colores a todos para que coloreásemos un dibujo que ella misma repartía, pero claro ella no contaba con mi astucia y mi caja de colores, en el momento en que la saque (la caja de colores por supuesto, vuelvo a repetir consideré que no era el momento de sacar más nada allí), el chaval regordete, moreno con ralla al lado, pero no hecha con la misma perfección que la mía por supuesto, me miró con cara de asombro a lo cual me alegró enormemente porque sabía que con él viviría grandes cosas a lo largo de mi vida, lo cual el tiempo me ha dado la razón. Los colores se los dejé algún que otro, de hecho fue lo primero que compartimos juntos a la edad de 4 años.
Hoy tenemos cada uno 20 años y ese día no se me olvidará en la vida, el día en que conocí a una de las personas en la que más se puede confiar y de las que más ha influido en mi vida diaria…He dicho.
En mi primer día de clase mis padres me acompañaron al aula para que no me sintiera sólo, así que como buena familia fuimos todos juntos a mi aula (por supuesto llegamos tarde ya que mis padres se levantaron dos mijillas tarde, para entender esto los que no lo sepáis "Dani Rovira mi familia y yo", gran monólogo, y además había tráfico). Al entrar en la clase a las 9:10 AM, todos estaban sentados en sus respectivos sitios y en ese momento la señorita, profesora, mandamás de allí se dirigió a la puerta saludo a mis progenitores y cogiéndome de la mano me presento a todos diciendo “Este es Andrés Felices Antuña y va a ser vuestro nuevo compañero”, en ese instante me sentí rey de la clase al ser el centro de atención de todo el aula, se me pasó por la cabeza comenzar a imitar a pingu y hacer la foca, pero lo vi demasiado precipitado). Así que la señorita que se llamaba Esther me llevo de la mano hasta mi asiento entre un tal Eloy Lobato (a día de hoy de ese hombre no tengo constancia ni de que esté vivo) y otro chaval regordete con la cara sonriente con cara de que está haciendo este niño a mi lado, el cual en su estuche ponía Juan Manuel Fernández Pineda. Tras los primeros compases de la clase que todo el mundo me miraba con asombro la señorita Esther, comenzó a repartir colores a todos para que coloreásemos un dibujo que ella misma repartía, pero claro ella no contaba con mi astucia y mi caja de colores, en el momento en que la saque (la caja de colores por supuesto, vuelvo a repetir consideré que no era el momento de sacar más nada allí), el chaval regordete, moreno con ralla al lado, pero no hecha con la misma perfección que la mía por supuesto, me miró con cara de asombro a lo cual me alegró enormemente porque sabía que con él viviría grandes cosas a lo largo de mi vida, lo cual el tiempo me ha dado la razón. Los colores se los dejé algún que otro, de hecho fue lo primero que compartimos juntos a la edad de 4 años.
Hoy tenemos cada uno 20 años y ese día no se me olvidará en la vida, el día en que conocí a una de las personas en la que más se puede confiar y de las que más ha influido en mi vida diaria…He dicho.
martes, 19 de agosto de 2008
PRiNCiPioS DiFiCiLeS
Creo Que el título lo dice todo...ningún principio es fácil,al menos en el mundo bloggero...una vez que hemos conseguido afianzar el blog de nuestro equipo ( www.jugoplastikasplit.blogspot.com ) mi compañero de fatigas y yo hemos decidido emprender una aventura en solitario...siempre con el ejemplo de esas dos grandes personas que son "Jotade" y "Dieguito Brigante", que con su blog www.zapillostreet.es nos sirvieron como inspiración para decidir emprender una aventura en solitario.
Pues bueno...todo principio debe empezar como el propio nombre indica por el primer encuentro...y el primer encuentro entre el señor Felices y un servidor fue allá por el año 1993, mi memoria gracias a Dios (y a los rabitos de pasas) no me falla, y me aventuro a decir que fue por el mes de septiembre,al comienzo del curso...yo me encontraba tan feliz en clase coloreando con los plastidecor de marca "hipercor", al lado de mi compañera Alicia Escobar Campón, la cual a dia de hoy, quince años mas tarde, sigue estando en mi mismo centro de estudios,pero no se absolutamente nada de ella, sólo que tiene la misma cara desde 3º de primaria, bueno que me desvió, y a eso de las 9:10 de la mañana (ya llevábamos 10 minutos de clase tras haber escuchado los buenos dias del pade Daniel) aparece por puerta un niño asi medio altito...rubio con un tupé perfectamente peinado con esa ralla al lado hecha con un escalímetro", (que raro que llegase tarde Andrés,no¿?) y la señorita Esther (mujer crucial en nuestra vida,nos enseño a leer y escrubir^^) nos lo presentó,y en el momento en el que dijo "este es vuestro nuevo compañero : Andrés Felices Antuña", pensé : "Mierda!!El nuevo impuntual se me tiene que sentar al lado!" (dado que mi apellido es Fernández) pero ese pensamiento se me fue raudo y veloz cual paloma mensajera (gracias D.Ángel), puesto nada mas que ese niño por aquel entonces pijo (polito y ralla al lado,lo recuerdo) se sentó a mi lado y sacó esa brutal caja de colores que parecia el mismisimo maletín del Bill Gates mi cara de asco se convirtio en la feliz sonrisa de Ronaldinho.Ya no recuerdo si me dejo colorear con ellos o no...pero el mero hecho de estar sentado al lado del chico con el maletín de colores mas grandes que jamás había visto me hacía sentirme orgulloso de mi compañero de al lado.
Así fue nuestro primer encuentro visto bajo los mis ojos.
Pues bueno...todo principio debe empezar como el propio nombre indica por el primer encuentro...y el primer encuentro entre el señor Felices y un servidor fue allá por el año 1993, mi memoria gracias a Dios (y a los rabitos de pasas) no me falla, y me aventuro a decir que fue por el mes de septiembre,al comienzo del curso...yo me encontraba tan feliz en clase coloreando con los plastidecor de marca "hipercor", al lado de mi compañera Alicia Escobar Campón, la cual a dia de hoy, quince años mas tarde, sigue estando en mi mismo centro de estudios,pero no se absolutamente nada de ella, sólo que tiene la misma cara desde 3º de primaria, bueno que me desvió, y a eso de las 9:10 de la mañana (ya llevábamos 10 minutos de clase tras haber escuchado los buenos dias del pade Daniel) aparece por puerta un niño asi medio altito...rubio con un tupé perfectamente peinado con esa ralla al lado hecha con un escalímetro", (que raro que llegase tarde Andrés,no¿?) y la señorita Esther (mujer crucial en nuestra vida,nos enseño a leer y escrubir^^) nos lo presentó,y en el momento en el que dijo "este es vuestro nuevo compañero : Andrés Felices Antuña", pensé : "Mierda!!El nuevo impuntual se me tiene que sentar al lado!" (dado que mi apellido es Fernández) pero ese pensamiento se me fue raudo y veloz cual paloma mensajera (gracias D.Ángel), puesto nada mas que ese niño por aquel entonces pijo (polito y ralla al lado,lo recuerdo) se sentó a mi lado y sacó esa brutal caja de colores que parecia el mismisimo maletín del Bill Gates mi cara de asco se convirtio en la feliz sonrisa de Ronaldinho.Ya no recuerdo si me dejo colorear con ellos o no...pero el mero hecho de estar sentado al lado del chico con el maletín de colores mas grandes que jamás había visto me hacía sentirme orgulloso de mi compañero de al lado.
Así fue nuestro primer encuentro visto bajo los mis ojos.
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